HOTEL RUIZEÑOR en Valparaíso, Los Andes

Las duchas mal, no había agua caliente

Buen lugar, personas muy amables, ideal para trabajadores, muy importante que puedes estacionar. Recomendado ya q se encuentra muy central.

Sin estacionamiento (dijieron que si)

Me encantó este hotel, fui con mi familia e incluso tienen habitaciones triples, tienen un servicio de desayuno y cena que me encantó, se siente una seguridad tremenda en este hotel y lo mejor es que está en pleno centro de los andes, mis niños quedaron felices ♥️

Excelente, todo limpiecito, la recepcionista un encanto, habitaciones grandes, aire acondicionado, wifi, TV por cable, impecable, además le preguntamos a la recepcionista si tenía algún dato para poder ir a comer a lo que ella amablemente no tuvo problema en mostrarnos desde su celular un lugar exquisito, se llamaba algo así como mina de carne, hotel perfecto.

Más que maravilloso. Todo es buenísimo y sobretodo la atención. También te regalonean... excelente 👌

Full para descansar, además venden deliciosas hamburguesas y platos rápidos.. lo único.. ese día no funcionó el wi-fi

Lamentable experiencia. Un lugar además que nos habían recomendado, en circunstancias que no conocíamos la ciudad de Los Andes. Inicialmente hicimos una primera reserva que debimos anular casi inmediatamente, dónde hasta ese momento la atención al cliente respeto del servicio, la consideramos excelente. Luego, con un margen estrecho de diferencia entre la primera reserva y su posterior anulación, efectuamos la reserva definitiva para el día jueves 21 de julio del presente mes y año (2022); en este contexto viajamos entonces desde la séptima región en dirección a Los Andes; cabe destacar que a estas alturas ya habíamos conversado en distintas oportunidades con la recepcionista de este lugar, entendido siempre que se trataba de un lugar, valga la redundancia, que en términos de estándares y protocolos, se encontraba a la altura de cualquier otro recinto que ofrece este tipo de servicio, indistintamente de su calidad de Hostal sencilla y económica y no pudiéndolo comprar ciertamente con complejos como el Huilo Huilo, pues sería injusto, pero dentro de su ámbito, al menos cumplía aparentemente con todos ellos, pues así nos lo habían señalado. Ahora bien, dentro de las conversaciones sostenidas con la recepcionista, le preguntamos en más de una oportunidad si existía algún inconveniente con la hora de llegada, pues existía una alta probabilidad que dicha hora fuese pasadas las 22:00hrs., respecto de lo cual nos indicó en cada una de esas oportunidades, que no existía inconveniente alguno; que sólo teníamos que coordinarnos y estar en contacto. Así fue como alrededor de las 20:30hrs. del día 21 de julio (ayer) la llamamos, ya en ruta hacia Los Andes, para indicar que íbamos de camino, momento que aprovechamos de preguntar si ellos disponían de restaurante o si nos podían orientar en cuanto a algún lugar para comer y si conocían la hora hasta la que atendían eso lugares, pues llegaríamos pasado las 22:00hrs.; la recepcionista responde que ellos no cuentan con tal servicio y que existe un lugar cerca de su Hostal que vende Hamburguesas Caseras y que atiende hasta las 22:00. Finalmente llegamos a los Andes, específicamente a la Hostal Ruizeñor, alrededor de las 23:00hrs. y para nuestra sorpresa, estaba cerrada y una persona, mujer, que nos atiende me dice: "los esperé hasta las 22:00hrs., como no llegaron, acabo de arrendar la pieza", le respondo: "pero si te llamamos de ruta", la mujer insiste: "los esperé hasta las 22:00hrs. y acabo de arrendar la pieza". Me preguntó ¿cómo subsisten en el tiempo este tipo de "Hostales"?. La verdad consideré del todo pertinente y oportuno hacer pública mi opinión, toda vez que creo fielmente en la dignidad y el respeto, conceptos que en su acción y alcance no se encuentran presentes en las personas que administran este lugar y que ciertamente entiendo que aunque lean esto, tampoco disponen de comprensiones que les permitan decodificar mi sentir; no busco aquello tampoco, lo que sí espero al compartir esta experiencia, es que avancemos hacia una sociedad donde instituciones cómo está, no existan y para ello es que se requiere entender la acción y el alcance del respeto y de la dignidad. Finalmente, luego de ir a Carabineros de Los Andes, a quienes les estamos muy agradecidos por su colaboración y de recorrer al menos cinco lugares buscando alojamiento, dentro de los cuales conocimos a Don Juan, administrador de uno de eso lugares y que nos ofreció un espacio ya cerca de la 01:30 de la madrugada del día 22 de julio, decidimos regresar a la séptima región y siendo ya las 08:40am del mismo día 22, estoy escribiendo y haciendo público esto que también lo di a conocer en cada uno de los lugares en los que buscamos alojamiento en Los Andes, antes de regresar a casa. Cuando nos recomendaron este lugar dije: "wow, tiene excelente crítica, tiene 5 estrellas"; ya de regreso mi hijo me dice: "mamá, tiene 5 estrellas de 4 comentarios". Eso,Lamentable experiencia. Un lugar además que nos habían recomendado, en circunstancias que no conocíamos la ciudad de Los Andes. Inicialmente hicimos una primera reserva que debimos anular casi inmediatamente, dónde hasta ese momento la atención al cliente respeto del servicio, la consideramos excelente. Luego, con un margen estrecho de diferencia entre la primera reserva y su posterior anulación, efectuamos la reserva definitiva para el día jueves 21 de julio del presente mes y año (2022); en este contexto viajamos entonces desde la séptima región en dirección a Los Andes; cabe destacar que a estas alturas ya habíamos conversado en distintas oportunidades con la recepcionista de este lugar, entendido siempre que se trataba de un lugar, valga la redundancia, que en términos de estándares y protocolos, se encontraba a la altura de cualquier otro recinto que ofrece este tipo de servicio, indistintamente de su calidad de Hostal sencilla y económica y no pudiéndolo comprar ciertamente con complejos como el Huilo Huilo, pues sería injusto, pero dentro de su ámbito, al menos cumplía aparentemente con todos ellos, pues así nos lo habían señalado. Ahora bien, dentro de las conversaciones sostenidas con la recepcionista, le preguntamos en más de una oportunidad si existía algún inconveniente con la hora de llegada, pues existía una alta probabilidad que dicha hora fuese pasadas las 22:00hrs., respecto de lo cual nos indicó en cada una de esas oportunidades, que no existía inconveniente alguno; que sólo teníamos que coordinarnos y estar en contacto. Así fue como alrededor de las 20:30hrs. del día 21 de julio (ayer) la llamamos, ya en ruta hacia Los Andes, para indicar que íbamos de camino, momento que aprovechamos de preguntar si ellos disponían de restaurante o si nos podían orientar en cuanto a algún lugar para comer y si conocían la hora hasta la que atendían eso lugares, pues llegaríamos pasado las 22:00hrs.; la recepcionista responde que ellos no cuentan con tal servicio y que existe un lugar cerca de su Hostal que vende Hamburguesas Caseras y que atiende hasta las 22:00. Finalmente llegamos a los Andes, específicamente a la Hostal Ruizeñor, alrededor de las 23:00hrs. y para nuestra sorpresa, estaba cerrada y una persona, mujer, que nos atiende me dice: "los esperé hasta las 22:00hrs., como no llegaron, acabo de arrendar la pieza", le respondo: "pero si te llamamos de ruta", la mujer insiste: "los esperé hasta las 22:00hrs. y acabo de arrendar la pieza". Me preguntó ¿cómo subsisten en el tiempo este tipo de "Hostales"?. La verdad consideré del todo pertinente y oportuno hacer pública mi opinión, toda vez que creo fielmente en la dignidad y el respeto, conceptos que en su acción y alcance no se encuentran presentes en las personas que administran este lugar y que ciertamente entiendo que aunque lean esto, tampoco disponen de comprensiones que les permitan decodificar mi sentir; no busco aquello tampoco, lo que sí espero al compartir esta experiencia, es que avancemos hacia una sociedad donde instituciones cómo está, no existan y para ello es que se requiere entender la acción y el alcance del respeto y de la dignidad. Finalmente, luego de ir a Carabineros de Los Andes, a quienes les estamos muy agradecidos por su colaboración y de recorrer al menos cinco lugares buscando alojamiento, dentro de los cuales conocimos a Don Juan, administrador de uno de eso lugares y que nos ofreció un espacio ya cerca de la 01:30 de la madrugada del día 22 de julio, decidimos regresar a la séptima región y siendo ya las 08:40am del mismo día 22, estoy escribiendo y haciendo público esto que también lo di a conocer en cada uno de los lugares en los que buscamos alojamiento en Los Andes, antes de regresar a casa. Cuando nos recomendaron este lugar dije: "wow, tiene excelente crítica, tiene 5 estrellas"; ya de regreso mi hijo me dice: "mamá, tiene 5 estrellas de 4 comentarios". Eso, feliz día y hasta que la dignidad se haga costumbre.