Hostal Lago de Plata en Santiago

Excelente lugar, cerca del centro, muy barato, preocupados por los pasajeros, estuve en una habitación con aire acondicionado, baño individual tv cable y WiFi, todo excelente.

Un bonito lugar, céntrico, muy limpio, insisto en muy limpio, buenas camas, las almohadas me encantaron, todo bien hasta el momento del desayuno, un desayuno demasiado austero te desmotiva en la mañana, nos sirvieron un té de marca desconocida, un café que en la práctica es una alternativa económica al café de verdad, para el pan solo nos ofrecieron una lámina de queso (en realidad la mitad de la lámina) y lo mismo con una media lamina de jamon. No había leche, tampoco jugo, frutas solo el segundo día pusieron un plátano y una manzana para el grupo en una frutera que no invitaba a degustarlas. En realidad el hospedaje es bueno como un dormitorio, pero si lo ofrecen con desayuno debieran preocuparse que este sea de una mediana calidad al menos. La atención tampoco es muy buena, hay una pareja encargada de las labores de atención pero ellos no se esmeran en atender al pasajero, cuando aparece el dueño este si trata de ayudar en lo que puede, él es bien amable, se sugiere mas calidez en la atención por parte del personal. En resumen un lugar limpio, buenas camas, amplio, atención y desayuno deficiente, si mejoran un poquito la atención y el desayuno sería mejor aún, Volvería con esas mejoras.

Excelente muy cómodo y cálido cuenta con todos los servicios agua caliente, buenas camas rico desayuno y muy entretenido en sus rincones hay mucha historia muebles decoración muy cerca del barrio Brasil calles tranquilas y seguras

Muy buen hostal. Excelente habitación, muy tranquilo y buena ubicación. Precios económicos y el desayuno y atención un 7.

Por temas de trabajo aloje en este hostal dos noches y me agrado mucho, la experiencia fue mas de lo que yo esperaba. La atención de la gente en el hostal es muy amable y dan ganas de volver. La habitación en la que estuve siempre que volvía estaba limpia, ordenada e iluminada. La tranquilidad se agradece mucho. Esta en un lugar donde tiene muchos lugares para visitar. Su Vista a la parte frontal del hostal es lo que mas llama la atención y lo mas bonito

El hotel está ubicado en el barrio Yungay de Santiago, muy céntrico y cerca de lugares de mucho interés. Es amplio y limpio en sus instalaciones. Me alojé ahí con mi madre y para ambas fue una experiencia muy grata y de pleno descanso. El encargado fue muy amable y atento; incluso pudimos guardar nuestro vehículo en un estacionamiento al lado del hotel. Cada habitación tiene su propio baño y ducha.

fui a conocer chile ahorita en el mes de abril de este año 2015 y me quede 7 noches en este hostal lago de plata, fueron muy amables en cuanto a la reservación ya que soy de Venezuela y no tenia para pagar por adelantado la reservación por lo que muy amablemente el dueño me dijo que no importaba que pagara al llegar al hostal..y que solo necesitaba mis datos para confirmarla.. y que podía llegar a cualquier hora que no había ningún inconveniente.. yo fui con mi novio y pues nos pareció muy linda habitación baño privado, en buenas condiciones y limpio, la cama matrimonial era inmensa de hecho creo que era una cama queen, muy cómoda, me dieron cobijas y cobertor para las noches frías, y de verdad que es muy tranquilo el lugar, para los que busquen descansar este lugar es el ideal, ademas de contar cada cuarto con tv con cable y muy cómodas y espaciosas, con el precio esta incluido el desayuno que lo sirven entre las 8y30 am y las 12 del medio día dependiendo a la hora que te despiertes, el desayuno era pan con mantequilla, jamón queso y mermeladas naturales también había te o café para acompañar el desayuno, como mi novio y yo no tomamos eso en el desayuno muy amablemente nos hacían jugo natural de membrillo o frambuesa especialmente para nosotros, ademas de frutas que puedes comer a cualquier hora del día al igual que el te y el agua potable, al igual que el derecho de usar la cocina a cualquier hora y guardar tus cosas en el refrigerador sin ningún problema, el lugar es pequeño pero agradable, y esta fresco todo el dia, y el personal muy amable desde el dueño roberto que hasta un obsequió me dio de la cultura de su país de recuerdo, hasta las señora enma y erika que son las encargadas de la limpieza y del desayuno, podemos decir que siempre estuvieron al pendiente de cualquier cosa que necesitáramos, sobre todo erika que fue con la que más compartimos, incluso el señor julio y jorge muy amables personas, incluso el dia de regreso a mi país mi avión salia a las 9 de la mañana y el señor roberto coordino el traslado y a las 6am ya me estaban buscando para irme al aeropuerto. de verdad recomiendo este lugar tiene restaurantes, bares una plaza y la estación de metro cooming cerca, lo único que yo le recomendaría es que hubiera punto de venta para poder pagar con tarjeta y que bueno seria que los huéspedes tuviéramos llaves porque a veces el timbre no se escuchaba y esperábamos un rato afuera.. pero de resto todo me gusto.. espero volver algún día de nuevo.!! saludos

Habitaciones muy cómodas, buena ubicación, buen desayuno. Dado que es un lugar pequeño, la atención personalizada puede volverse en ocasiones un poco invasiva. No es que esto sea algo malo necesariamente, solo que creo que no es necesario que el personal sepa a que hora me levanto, a que hora salgo, a que hora vuelvo, a que hora me acuesto, etc. IMPORTANTE: No se habla inglés! English not spoken here!