MARTITA E HIJO en Quebrada de Alvarado, Olmué

Lugar maravilloso,amplio, tinajas exquisitas, comida sabrosa y abundante, todo un 7, personal atento

Buen lugar dan bastante comida y se preocupan por el cliente

Muy feliz mi mamá y abuela lo pasaron muy bien excelente atención grato ambiente

Lugar muy lindo, se realizó una junta,con amigas, viajeras el lugar tiene cabañas para 5 y 6 personas, está ubicada en Olmue 5 región Valparaíso, consta con tinajas,piscina salón de eventos,cancha para deporte, bonito lugar Dj para amenizar ,las bailes entretenido,karaoke es un lugar,muy entretenido,el personal es muy atento

La vedad es que no volveré. El lugar no es atractivo, muy seco, piscina muy pequeña, reposaderas escasas, duras, poco espacio con sombra. La comida excelente y un amplio salón. Nos dieron un tour por un vivero de cactus, bonito, que quedaba fuera de este lugar. Es económico considerando que contemplaba bus (ida y vuelta desde Valparaíso) desayuno, almuerzo contundente y once, sin embargo, el mismo día aceptaron dos grupos grandes de adulto mayor, siendo que el lugar es muy pequeño.

Fuimos por el fin de semana y nos atendió Norman muy amablemente. La cabaña estaba limpia pero podría estar mejor equipada, habían varios detalles, como poca luz en la zona del quincho, ducha con poca presion de agua, toalla de manos manchada, solo una luz en el velador, lavaplatos y lavamanos sin agua caliente, sin mayores utensilios de cocina como tenedor y cuchillo para parrilla, entre otros. Afortunadamente llevabamos muchas cosas nuestras y sólo ibamos por poco tiempo. El entorno es agradable y tranquilo.

Ideal para descansar y desconectarte del ruido de la ciudad , la estancia está a 10 minutos e Olmué y a 20 min del Parque nacional Cerro la campana. Es ideal para hacer un asado a la luz de las estrellas en el quincho. El lugar es muy limpio y bien equipado. Estuvimos en una de las piezas , la cual cuenta con su baño ,televisor , frigider pequeño, calentador de agua y dos tasas, ¿que mas pedir? solo Gracias!

Atendido por su propio dueño, siempre cordial y amable, nos hizo sentir muy cómodos, hasta un rico asado argentino nos preparó. Las cabañas son normales, pero el lugar es muy pintoresco, se respira aire puro y es un lugar seguro para ir con tu familia. Hermosa la pileta, siempre limpia.