esquina sarmiento - Pje. Caupolicán 411, 6100000 Punta Arenas, Magallanes y la Antártica Chilena, Chile
Tuve una experiencia increíble en el Hostel Emilia en Punta Arenas. Desde el primer momento, Romina, la dueña, me recibió con una calidez que hizo que me sintiera como en casa. El ambiente es súper grato, muy familiar, y realmente se nota el cariño con el que manejan el lugar. No se siente como un hotel, sino como estar alojado en la casa de alguien cercano. Las instalaciones son impecables, todo muy limpio y ordenado. La cocina está completamente equipada, con todos los utensilios necesarios, refrigerador, gas, etc. Además, a pesar del frío típico de la zona, el hostel siempre estaba calentito, incluyendo las habitaciones. Nunca me faltó nada y siempre me sentí bienvenido. Sin duda, lo recomiendo 100%. Es el tipo de lugar que te deja con ganas de volver. Gracias Romina por toda la hospitalidad. c:
Con mi pareja estuvimos 1 semana, 4 días en el camping y 3 días en una cabaña. Creo que es el primer camping que he estado en que los dueños son super preocupados de que tengamos una excelente experiencia. Muy amorosos y simpáticos, dispuestos a ayudar en todas las dudas. Respecto a la cabaña, es un lujo. Tiene de todo! Espero volver algún día :)
Muy simpática la anfitriona y el lugar está bien equipado. Puedes cocinar. Las duchas funcionan bien y la casa se mantiene a una temperatura agradable.
Es una hostal muy limpia, cuenta con todas las comodidades que se requieren para una noche o más, además puedes tomar cafecito y cocinar. Los dueños un Amor. Lo recomiendo mil veces.
Excelente ubicación, amabilidad de sus dueños y grato ambiente familiar (internacional ). Nos salvaron ya que no encontrabamos un lugar donde quedarnos ya que llegamos muy tarde a la ciudad y ellos se portaron muy amables. Siempre estaremos agradecidos. Faltan más lugares como éste en Punta Arenas.
La mujer del contacto que está en booking actuó de manera arrogante desde el comienzo. Con mi familia tomamos el hostal por que necesitábamos quedarnos una noche más en Punta Arenas, llegamos al lugar, pero nos llevamos una completa desilusión. Es un lugar poco acogedor y feo, las camas no tienen la suficiente ropa para abrigarse, no cuentan con calefacción. La habitación para 6 personas son 2 camarotes de tres camas, que no cuentan con escaleras adecuadas para subir, nos golpeamos varias veces con las tablas ya que son muy pequeños. estuvimos 40 minutos en la habitación y tuvimos que pagar un total de más de 70 mil pesos, la dueña no tuvo consideración ni temperamento para comunicarse y cobrar el costo total sin siquiera usar su habitación, a lo cual accedimos de manera respetuosa. Al estar pagando, la asistente del hostal (extranjera) llamó en altavoz a la mujer del contacto (imagino que es la dueña) quien dijo “cóbrales luego a esa gente y échalos”. Algo que nos pareció una falta de respeto grave, cabe señalar que todos en mi familia somos profesionales y esta persona “dueña” nos pareció una mujer altanera y ordinaria. Nos llevamos una pésima tarde, espero ningún viajero aventurero se topé con este hostal, una experiencia desagradable y amarga, que se puede evitar después de haber viajado desde tal lejos a vacacionar.
Nos salvó las papas ya que no encontrábamos ningún camping en la zona, y ya era tarde en la noche. El lugar es un tipo hostel, pero que en el patio se puede acampar. Para los que acampan hay baño separado y una chosita donde cuenta con vajilla, cocina, heladera, microondas, parlante, enchufes, juegos de mesa, mapas e inclusive libros en idiomas que al parecer dejan los visitantes! Lo único que tengo para criticar en el baño, a pesar de tener agua caliente, jabón y papel, a la hora de bañarse, no se podía regular el agua. Salía fría o caliente, sin término medio. Pero la mujer que nos atendió fue muy amable y nos cobró 7000 pesos chilenos para acampar. Hay reglas de convivencia, como por ejemplo, no hacer ruidos molestos por la noche, o que la fucha esté abierta hasta las 23 hs.
Nos hospedamos con mi madre en la zona de camping por casi una semana, me encantó la experiencia. Hay una cocina con todo lo necesario para sobrevivir y también baño y ducha caliente. El ambiente es muy grato y siempre puedes obtener información de zonas de camping y atracciones de la zona con los dueños. Super recomendable y barato.